el Blog del Ladrón de Luces
El fotógrafo Miguel Ángel González (Jerez de la Frontera, 1968) ha sido galardonado con el Premio a las Artes Plásticas que otorga la Cátedra de Flamencología.
Este Ladrón de Luces, desde su humilde rinconcito del ciberespacio, quiere homenajear a un profesional como la copa de un pino, capaz de captar con su cámara ese «instante supremo» que te impacta en el alma tanto, o más, como un quejío bien dado o una patá por bulerías.
El boxeo siempre ha sido un motivo fotográfico (y también cinematográfico) muy bien parado. Una disciplina deportiva que tiene unas connotaciones muy especiales: dramatismo, espíritu de lucha, entrega física, concentración… y también una cierta ceremonia que lo rodea y le otorga un carácter muy humano, muy duro.
Los interiores de los gimnasios, el entrenamiento, la preparación, la estrategia, el olor a resina y sudor… son más escenarios que han sido bien retratados. También las grandes estrellas pugilísticas. Reconozco que el boxeo me atrae visualmente y quizás sea gracias a lo bien que ha sido retratado por la fotografía (y el cine). Desde la intimidad del púgil en su entrenamiento a las grandes citas con miles de espectadores y todo un show alrededor. El boxeo es un motivo fotográfico muy estimulante.
Hay varios fotógrafos deportivos fantásticos especializados en la materia pero hoy quería hacer parada en Marco Crupi, un joven talento italiano que afronta la fotografía y sus géneros sin complejos, con valentía y un buen conocimiento del medio. La fotografía callejera es una de sus especialidades, pero también tiene imágenes poderosas sobre el mundo del boxeo. Es un artista visual prolífico, inquieto y con ganas. Su imágenes de boxeo demuestran su talento y lo bien que ha sabido capturar la esencia de esta disciplina. Buena prueba es el vídeo con el que acompaño este post.
(Vía: www.xatakafoto.com)
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